Dada la relevancia de la situación en el país, del derecho a la libertad de expresión, presentamos una síntesis de la Recomendación General No. 24, emitida el 8 de febrero de 2016 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Antecedentes
El número y la gravedad de las agresiones a periodistas y medios de comunicación deja en evidencia 1) el riesgo prevaleciente en que se encuentra el gremio periodístico en México 2) la falta de políticas públicas encaminadas a garantizar un periodismo libre de cualquier tipo de intimidación 3) así como la deficiente actuación por parte de las autoridades ministeriales encargadas de investigar las agresiones de las que es objeto este gremio. Situaciones que en su conjunto, contribuyen a hacer de México un país en que el derecho humano a la libertad de expresión se vea vulnerado de manera sistemática.
Como cita la CNDH en el documento original -basándose en diversas fuentes, como el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y su homólogo universal- el concepto de periodista incluye a aquellas personas que recaban, generan, procesan, editan, comentan, opinan, difunden, publican o proveen información a través de cualquier medio de difusión y comunicación, ya sea de manera eventual o permanente, lo que incluye a los comunicadores, a los medios de comunicación y sus instalaciones, así como a sus trabajadores, en tanto que ejercen o contribuyen a ejercer la libertad de expresión.
Es importante enfatizar que las agresiones a periodistas, además de constituir una afectación a la esfera jurídica de la agraviada/o representan una afrenta a la sociedad en su conjunto. El ejercicio del derecho a la libertad de expresión no sólo tiende a la realización personal, sino a la consolidación de una sociedad democrática. Es de reconocerse en el ejercicio de este derecho un instrumento esencial para el ejercicio de otros derechos y libertades fundamentales, puesto que trasciende al individuo que lo hace suyo e impacta a la sociedad en general.
La libre expresión guarda una estrecha relación con los derechos colectivos de recibir información y opiniones sobre los más diversos temas, por lo que garantizar la libertad, la pluralidad y la apertura que ello conlleva constituye una obligación impostergable del Estado mexicano. El ejercicio del derecho a la libertad de expresión debe ejercerse sin restricción y sin mayores límites que los previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales en materia de derechos humanos que nuestro país ha suscrito, marco legal que reduce al mínimo las restricciones para expresar y recibir cualquier tipo de información, pensamientos, opiniones e ideas. En este entendido, el Estado debe garantizar ampliamente no sólo el derecho a difundir información u opiniones propias, sino también el derecho a conocer las ajenas.
Así, la CNDH ha atendido agresiones que van desde la intimidación, amenazas, robo, destrucción de materiales y contenidos, censura, desaparición, lesiones, secuestro, atentados y homicidio. A ello se suma la ineficaz actuación de las autoridades procuradoras de justicia, las cuales no han esclarecido los diversos hechos delictivos de los que resultaron víctimas los integrantes del gremio periodístico, es decir que las mismas se ejecutan con completa impunidad por el Estado mexicano o actores externos como la delincuencia organizada, o en colusión de ambos.
]]>Lee el documento completo en la Revista Resiliencia #2, página 82 a 89:
El diagnóstico sobre la situación de las y los periodistas en el estado de Veracruz que se presenta en este documento, es una medida de prevención enfocada al diseño de Sistemas de Alerta Temprana y Planes de Contingencia, traducidos en un Programa de Políticas Públicas que tiene como objetivo evitar potenciales agresiones a las y los periodistas, con base en el análisis de la información existente.
Las acciones que conforman el Programa de Políticas fueron diseñadas entre el Mecanismo, el Gobierno de Veracruz, la Fiscalía General del Estado, y la Comisión Estatal para la Protección a Periodistas en el marco del Convenio de Cooperación suscrito el 18 de septiembre de 2012, el cual tiene por objeto establecer las bases de coordinación para implementar y operar las Medidas de Prevención, Preventivas, de Protección y Urgentes de Protección que garanticen la vida, integridad, libertad y seguridad de las personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
En seguimiento a las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de las Relatorías Especiales de la ONU y la OEA en materia de libertad de expresión, el Programa busca garantizar el derecho de las víctimas del delito a conocer los avances de las investigaciones ministeriales; fortalecer interinstitucionalmente las investigaciones; recopilar estadísticas e información detallada y desagregada sobre la situación de los periodistas; capacitar al personal de seguridad pública y ministerial en materia de libertad de expresión; así como la dignificación de las condiciones laborales y de seguridad de las personas periodistas en el Estado.
]]>Lee el documento completo en la Revista Resiliencia #2, página 72 a 81:
Todavía no comienza a apremiar el calor del mediodía cuando me encuentro frente a Alberto. En la silla ante él está un muchacho que le comparte una plática apacible, de esas que tienen sólo las personas que están unidas por algo más fuerte que toda una vida: su hijo. Se encuentra tan tranquilo que me cuesta entender que ese hombre de gesto amable es el mismo sobre el cual decenas de organizaciones e incontables personas nacionales y extranjeras vertieron sus esfuerzos y mensajes de esperanza por más de una década para lograr su libertad. Es una fortuna ser partícipe de su mensaje de solidaridad.
]]>Lee la entrevista completa en la Revista Resiliencia #2, página 66 a 71:
Tony es un sacerdote italiano que trabaja desde hace años en contra de la mafia italiana. Junto con el movimiento Libera ha iniciado un trabajo de articulación con instancias de la sociedad civil latinoamericanas para formar una red: ALAS.
Esta red surge para contrarrestar las violaciones de derechos humanos, la delincuencia organizada, la corrupción, la impunidad, la violencia y la economía criminal en América Latina, ya que éstas representan un obstáculo decisivo para el desarrollo integral –humano, económico, cul-tural y social– de las sociedades de la región.
ALAS es una red internacional constituida por organizaciones y asociaciones activas en Colombia, Ecuador, México, Brasil, Argentina, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Perú y Honduras, que se dedican principalmente a la investigación; a la asistencia de víctimas –niños, mujeres, migrantes, personas defensoras de derechos humanos, periodistas amenazados y víctimas de trata–; a la generación de procesos de incidencia política y social; así como a la defensa y promoción de los derechos humanos y difusión de una cultura de paz, legalidad y justicia social.
Resiliencia entrevistó a Tony del Lio, uno de los fundadores de ALAS para articularnos globalmente con esta red.
]]>Lee la entrevista completa en la Revista Resiliencia #2, página 62 a 65:
Luigi Ciotti el cura que se puso al frente de la lucha antimafia, sacerdote italiano, presidente de la asociación antimafia Libera, explica que desde los años 70 en Italia más de mil 600 asociaciones dieron la batalla política para reformar una ley constitucional que confiscara los bienes de las mafias, para hacerlos bienes colectivos, “algo transparente y público para la sociedad, para formar cooperativas y de esta manera dar trabajo a los jóvenes”.
Ciotti empezó a los 17 años cuando fue imposible dejar de ver la catástrofe que dejaba a su paso la guerra de las mafias, tres años después dio origen a; Abele, “Fuimos de los primeros en estudiar estas conexiones y denunciar que las miles de víctimas de la droga también eran muertos de la mafia”. El trabajo en las calles con las personas más frágiles, es el corazón que comparten Libera y Abele ambas le pertenecen a la gente, ambas son navegadas desde la fe en las mareas altas de la criminalidad. Grupo Abele, que se ocupa de defender los derechos de los grupos minoritarios, y Libera, fundado hace 20 años para combatir la corrupción y grupos criminales.
En Enero de este año y en el marco de la presentación de la campaña #MexicoXlaPAZ, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos a través del Programa de Atención a Víctimas en coordinación con la Red Retoño, Libera Internacional, Grupo Abele, Cauce Ciudadano, Unión Europea, Sikanda y Alas, realizó el conversatorio: “Transformando la indignación en acción: La antimafia italiana”. La campaña México por la Paz, ha realizado diversos conversatorios en los más de tres años de haberse dado a conocer por Libera Internacional, desde la Red Retoño para la Prevención Social de la Delincuencia Organizada, espacio de incidencia colectiva para prevenir, mitigar y atender los daños causados por la delincuencia organizada en México, desde una perspectiva de seguridad humana.
]]>Lee el testimonio completo en la Revista Resiliencia #2, página 57 a 61:
Mi nombre es Angélica Rodríguez Monroy soy mamá de Viridiana Morales Rodríguez, quien desapareció el 12 de agosto de 2012 en un poblado del Estado de México llamado San Pedro Tlanixco perteneciente al municipio de Tenango del Valle.
Mi hija salió a acampar con su esposo para festejar su aniversario de bodas, debió haber sido un día de felicidad sin embargo no fue así. Desde ese día hasta hoy, 12 de abril del 2016, no he tenido noticias de mi hija, no sé qué ha sido de ella, no sé dónde esté, ni con quién, no tengo idea de nada, a casi cuatro años de su ausencia. Ha sido un proceso muy fuerte el hecho de que mi hija no esté aquí, seguir buscando y averiguando, ha sido muy duro, me ha costado mucho trabajo.
Mi vida a partir de que no localizaron a mi hija, dio un giro completamente, desde no querer aceptarlo y vivir con la incertidumbre de la duda, hasta no querer moverme del lugar de donde se suponía podíamos encontrarla. Ahora sé que la buscaba en el lugar equivocado porque nunca nos dijeron a qué lugar irían a festejar, nunca supe el lugar específico a donde se dirigían, ni siquiera ella, lo único que ella sabía es que estaría en un lugar entre el estado de México, Morelos y Puebla.
]]>Lee el testimonio completo en la Revista Resiliencia #2, página 52 a 55:
Otro será el que mire las calles y dibuje entre miradas
las catedrales, otro será el que imagine tiempos
de realidad escrita y tiempos en edición bilingüe.
Otro atrapará la noche, otro caminará sobre tus zapatos.
Alguien desconocido leerá y dejará abiertos tus libros.
Otro beberá agua en la madrugada y se quedará pensando,
mirará por la ventana el tamaño de una estrella,
congelará las verduras y el pollo
en el lugar menos indicado,
probablemente incendie la casa,
quizá retoque tus fotos y nunca repare la tubería.
Otro, ajeno, enemigo de tus buenas costumbresse reirá y revolcará en el piso,
liberará tus monstruos sagrados,
bramarás espuma desde el lunes,
ensuciando las calles de estiércol boscoso,
las calles oscuras que otro camina,
las habitaciones de paso que nadie alquila.
Sin sombra te arrastrarás hasta cavernas.
La ciudad desaparecerá cuando el tequilarecorra tus labios
y las luces de amarillento plasma
borren tu rostro y te devuelvan el tuyo:
No serás tu padre, no serás el hermano,
ese no ser te reconforta, incluso has dejado una propina.
]]>Lee el poema en la Revista Resiliencia #2, página 51:
El cuerpo se romperá.
Astillará las sábanas un martes.
Olor a café supurarán las comisuras.
Náufragos se detendrán tus ojos en la página,
¿relumbrará el árbol de naranjas a pesar de las palomas?
¿Algo más que gusanos devorará mi carne sibarita?
La casa y sus frutos madurarán de noche
con el sol de abajo.
Habré amado intensamente el estallido,
explotando,
pozo sin reposo,
siempre quieto, siempre ardiendo,
siempre fondo sin pozo.
El día en que perderé mis ojos,
¿mañana, tarde, primavera?
Recordaré las catedrales y las ciudades visitadas.
Como si en ello se me fuera la vida.
Un día cuando deje de llamarle,y sólo sea el viento que dobla la calle,
semáforo para las nubes,
esencia Chanel No. 5 en algún cuello rosadito de diamantes
o, cuando sea absolutamente necesario,
igual que una tortilla con frijoles en Tijuana.
Mi nombre no lo dirá la lluvia,
no lo dirá el Kiosco, el puesto de periódicos,
no lo murmurarán las secretarias,
no dirán mi nombre las bocinas de ofertas,
los pasajeros buscarán un destino en los cristales,
un día con mar soplará en mis huesos húmeros,
y subiré, supongo, a ese autobús,
con la alegría de quien lleva su boleto.
]]>Lee el poema en la Revista Resiliencia #2, página 50:
El 24 de mayo de 2013, Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, comerciante de 31 años de edad, fue privado de su libertad por un grupo de hombres armados en la colonia Ampliación Tepepa, del Municipio de Cuautla, Morelos, ubicado en el centro del país, a tan sólo unos 100 km de la capital mexicana.
El 3 de junio de 2013, Oliver fue encontrado sin vida, en el municipio vecino de Ayala, con signos de tortura y disparos de arma de fuego. Al ser notificada la familia, su madre; María Concepción Hernández y su tía Amalia Hernández, se trasladaron a las oficinas de Servicios Periciales del Estado de Morelos para identificar el cadáver y comenzar con los preparativos funerarios, acordes a sus tradiciones y creencias; sin embargo, se les negó la entrega del cuerpo de Oliver, argumentando la necesidad de llevar a cabo una identificación genética debido a las condiciones en las que éste se encontraba, a pesar de que la familia lo había identificado plenamente por la ropa que portaba, posteriormente a través de sus huellas digitales y además por características identitarias. Al paso de los días, la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Morelos (PG-JEM) informó a la familia que no contaba con personal para realizar los estudios científicos necesarios, y que por ello no era posible entregarles a Oliver, asimismo, no existía una línea de investigación clara y no se tenía ningún detenido por la privación de la libertad y posterior asesinato.Tras observar la dilación de la PGJEM, María y Amalia ofrecieron hacer todo lo necesario para conseguir el personal y los insumos médicos necesarios para cotejar la muestra de ADN del cuerpo de Oliver con los proporcionados por sus padres, por lo que la PGJEM le solicitó a María Concepción llevar las muestras junto con personal de la PGJEM a la Fiscalía del estado de Guerrero, con la finalidad de agilizar la identificación. María y Amalia, cubrieron los gastos de transportación y acudieron personalmente a la Fiscalía de Guerrero.
]]>Lee el artículo completo en la Revista Resiliencia #2, página 42 a 49:
Hay un capítulo de Título Segundo de la Ley General de Víctimas que se titula “Del derecho a la verdad” cuyos ocho artículos cifran el programa mínimo para realizar este que es uno de los pilares del derecho victimal mexicano, junto a los derechos a la justicia, a la reparación integral y a la no repetición. El derecho a la verdad está formalmente vigente. Sin embargo, es poco invocado, poco estudiado y no se corresponde con ninguna intervención pública de relevancia. Sospecho que, además del incentivo evidente de sustracción a la responsabilidad que funda la verdad, su desatención se debe al prejuicio reduccionista conforme al cual la atención a víctimas – vista como sustitutivo, a su vez, de la transformación de las causas de la victimización – consiste en agotar la tramitología hacia la reparación individual (y en concreto, a la indemnización), y con ello se satisface el objetivo de que las víctimas superen su condición, haya habido o no verdad y justicia, y se conjuren o no los riesgos de repetición de los hechos. Creo que es la receta que mejor acomoda a la burocracia victimal: donde deben ir los derechos y la dignidad de las víctimas, se coloca un cheque y se registra el cierre de un expediente más.
Con ese cálculo coincide a veces la ignorancia sobre las fuentes, características, alcances y mecanismos de realización de este derecho, tanto por parte del Estado como de las víctimas y quienes las acompañan. Sin embargo, recuperar el derecho a la verdad del seno mismo del acceso a la justicia y a la reparación integral es devolver al nuevoderecho victimal su nota diferencial, a saber: que las víctimas son titulares de derechos humanos y no sólo objetos de asistencia, que las reparaciones individuales deberían siempre contribuir a la transformación estructural de las causas de la victimización, y que no hay reparaciones sin justicia, ni justicia sin verdad.
Quizá una buena forma de fortalecer esta aproximación sea difundir los contenidos y alcances del derecho que nos ocupa. Al respecto, esta nota ofrece un mapa (que por motivos de espacio ha debido ser mínimo) sobre el tratamiento del tema en la Ley General de Víctimas, bajo el siguiente temario: 1. Contenidos básicos y derechos de acceso a la verdad, incluidos los derechos específicos de víctimas de desapariciones; 2. Extensión y límite del derecho a la verdad; y 3. Generalidades sobre mecanismos de investigación de la verdad.
]]>Lee el artículo completo en la Revista Resiliencia #2, página 36 a 41: