Escrito por Georgina Méndez Torres y Violeta Pacheco.
Diversos estudios han abordado la presencia de las mujeres indígenas en los procesos de lucha de nuestros pueblos y dentro de las filas de muchas organizaciones, sin embargo, es hasta años muy recientes cuando se habla de un movimiento social indígena con rostro femenino y con demandas específicas.
En la esfera internacional podemos ubicar la IV Conferencia Mundial sobre Mujeres de las Naciones Unidas, celebrada en Beijing en 1995, como una de las primeras instancias en donde las mujeres indígenas tuvieron un espacio para reunirse.
Desde la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing, se han dado avances significativos en el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres y de la necesidad de poner un alto a la violencia y a la subordinación en que viven.
Tarcila Rivera, Lucy Mulenkei, Lea MacKenzie y Bernice See fundaron el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) en el contexto de la primera reunión de Enlace Continental de Mujeres Indígenas que se realizó en Lima, Perú, en 1999, cuyo Comité Directivo fue el encargado de organizar el Primer Foro de Mujeres Indígenas.
Beijing constituyó una punta de lanza para crear el Enlace Continental de Mujeres, que fue consolidando la formación de un grupo de mujeres líderes con representación y alcance del ámbito internacional al local y del local al internacional.
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