La respuesta no satisface jamás la interrogante
Escrito por Rosa Salas Dos de febrero del 2015, después de un día repleto de actividades de organización y familia llegó la noche. Al momento de despedirnos para que él regresara a Ayala le pedí que se quedara esa noche, que esperara a la mañana siguiente para irse con luz del día y así fue. Pasamos una noche como muchas…
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